NO DEJEN DE LEER EL CUENTO DE FERNANDO TERRENO, MÁS ABAJO.

EL CASAMIENTO. De Fernando Terreno.

Lo puse junto con la Marple. No se van a enojar porque son amigos.

lunes, 29 de junio de 2009

NUEVO DESAFÍO

El nuevo desafío en CONVOCAJODAS, idea de RO, como no podía ser de otra manera, es escribir textos en "GLÍGLICO"


¿Lo qué?

Encontrarán toda la información necesaria en :



Vamos, entrefegrúnense y alijosmeen la escruña tírmica.

No se abrustonen.

Los bransearemos indélotes.


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ACÁ VAN CAYENDO LOS TEXTOS:



De EL SANTI (der alter):

Estrumancado, aléstomo y amarruquente, así restacía su lúmina por diacóticos resflumes. No le frustecía otra cosa que serpiar y serpiar por sus peltèricos andurres mientras se le calpiaba el tusme a cada jualco. Y a cada trisco le crustaba el plunque. Y la caderna le trulaba suflosamente lenta, en el protesco aldúmen frontecido hasta que rigorcaba incontenible, la drienda que guardaba sobre el trunque. Y darneció otra vez, prístaramente. Y ella lo trisfelió, lambiterada.


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Si sería filmérico, tróntalo y perspiléctico que aquella múrmica salvaje lo trasliperó encandilente. Desde que ella lo trifaniqueó, él se engremirió desmadrinándose, alejando de sí toda filústica memoréntica. Entonces, no hubo más que drimilegiar los reciviontes esquéjidos para erdostirar y vispuringar todo lo que se ermesposara en su tronta. El trin fue que silvunearon a toda la cominarca, sin lapiriencia y con lapiriencia, y por ercolésticas a la pertúlica no se pertineaba más que del plunque que se le había truscado. Es que lambiterar así era para esloquidecer a cualquier aldúmen.


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1° De SANTIAGO (der Jüngere):


Deeropar hacia inglacélidos inframes cotos, que no langraserian mas que lacelas oftusequibles. Incluso degaser inclemencias guetuídas significaría funelabar otras tan iótidas como elecedidas. Pero aserogar en esta vida bulil es como serpentar fludilezas rancias, asi que lo pensido no hasilamería en gunizas februras bobas. Hinderezo, mejor lastarecer hasta la kintida borbera glastóda que wantasear por vantaros inglansolables.


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2° De SANTIAGO (der Jüngere):


Fegecilades


Lo atirequidan con labestinares, pero no clopeden intrentoradas jiloces. Tal vez lamanorecen porque no fluideen jarentes nanticos, y eso las esloquidece hastarestiricamente, tanto que perlaminodecen fluidentes, silentospadicamente.

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De GERMÁN :

No pretensiono logretear, dijo él, que me incraseliden con agetunas soliásicas. Prefería (él) que la negra le berdune con su gatrácida importina de la revienta, aunque sin pri bat sapau. Nadie supo si la negra berdunó o no. Pero, no bien ella metió su creotu en el bas de él, ¡clariunsado! Él, vengativo, apedretunó, metijusó y bardelezó ala wart, en su cara! En su cara! Mal gusto el suyo, abadaracaron las comadres…
Lo que pasó luego, ja! Caían apiratolios del techo, las abejas se catretocaban (y no sólo las alas), un perro tolabuteraba sobre sí mismo y, también, un viejo amintrabotaba sobre una vieja, que –a su vez- chujizaba de lo lindo. Justo ella chujizaba (más chujizaba cuando el viejo más amintrabotaba) cuando el cura apitrosanó la puerta. Después, el viejo con el amintraboto a la miseria y la vieja con la chujiza descalabrada, estuvieron aculpaliendo avemarías por ajitrugiente mandato del cura.

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De ANDREA :

Ustedes saben que lo mío no es la tancarasia. Lo mío más bien es, si carcamos vocirlo, la entuercia. Pero ustedes clastaron este borgundio y dale que dale, que yo mantuerzo que volterir. Y me dá no sé qué, porque altrusiar me resulta partradísimo, y hasta carcumo que no deletrio. Mucho menos afastés de lirear lo que ustedes edicitaron! Hasta yamucia me da. Pues frato, hago el trienzo. Pero no, como salle el güelnido cuotrán, “el que bornea para pirola jamanca arriega a torniqueta”. Así que nogüerán apoligarme, pero yo no fariñeo en esta jacancia.



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De MISS. MARPLE:

Blue,blue, el amor es blue.

Apenas el chequendén se iba volviendo tan chequendengue, chequendengue, que casi era un zucundún zucundún, él tuvo la espantoflójica certeza de que ni obladí ni obladá, al mismo tiempo que la oyó emoliéntica y fluídica aullando cronópicamente"ronda ronda catonga, más falonga, más falonga".Con ímpetu casi llorrozante le removilizó las doradas inscrustaciones con un supercalifrágico muaaak ,hasta que un segundo después, amalgamándole la esperpéntica dentaduria susurrole:_ Sorrydárlin, sin la azuladagravia ,ni indifrúndibus ni indisheguen, démosle al dolchefarniente y bada, bada ba dá …enrosquémosnos en una siéstica egóglica.

PD) agradezco a Ro el vocabulario, porque conjugar glíglico con kamasutra para mí es una ecuación de segundo grado.


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De SANTI EL DE LOS DIVAGUES:

Culimar una vez por la estringa
relumante de enfrostes alcuendas
y tronfar a una glonda escarcida
de prelustes pulcados y listias.

Remingar estas milsias bucantes
y cresmar aunque nunca se argonze
la motúlica lid curmecida
ni la prústica eufligia del gronte.


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De FEDERICO:

" Sofosofonista

oio te saso gimir
tuda fúxica dox mor,
sua pulilu sintikir
deler lurgremprem tuk-tor.

Pay do do do, do
chido jaiz ziag mandel,
pibaipi sindrinklin.

Dor no jui sasudo
chay yoi chic choang yontel,
airisangel deplin. "

jueves, 25 de junio de 2009

EL CASAMIENTO (de Fernando Terreno) y UNA TIA DE PUEBLO CHICO (de Miss Marple)

EL CASAMIENTO
(Cuento de Fernando Terreno)



¡Qué peinados! Fíjense bien: las mujeres todavía no usábamos pantalones. Creo que fue en el 49 o en el 50. De lo que estoy muy segura es que era el viernes anterior al casamiento de mi tía Nancy.

La Tía Nancy, que "casi" se había casado en 2 ocasiones anteriores, que al no concretarse dieron tema a tantas tertulias pueblerinas además de agregar una particular cuota de tensión a las que rodeaban normalmente a los preparativos de los casamientos.
La modista y el vestido, los arreglos de la iglesia y el cura (que tenía que hacer arreglar el armonio), el ramo (que lo encargaban a Firmat, porque no había mano como las de Doña María Pellegrino para esas cosas), el alojamiento de los parientes, los nuestros y los de él.
Y me estoy olvidando de la comida, tema principal, por lejos, en toda fiesta que se preciara por la zona, por varias razones: porque es lo que primero critican y te sacan el cuero que no sabés, y porque en mi familia siempre fuimos de comer bien, mucho y bien.

Parecía que esta vez iba en serio la cosa y la fiesta se planeaba desde hacía meses. Y a pesar de tanto tiempo... el día había llegado casi de repente. Los parientes llegaban de todas partes, en la casa del abuelo ya no cabía nadie y los últimos fueron al hotel. Más de la mitad de los familiares de él, terminaron alojados en el pueblo vecino.
En la cocina hacíamos un barullo infernal y como molestábamos un poco, Adolfo nos llevó a pasear a pedido de mi abuela. Nos llevó hacia la vueltita que el río hace en Cruz Alta. Después, de grande me enteré que Castelli hizo fusilar allí a Liniers, que se lo merecía porque era un traidor, pero todavía ahora me corre algo por la espalda cuando recuerdo los chanarcitos esos.

Fuimos con Mamá y la tía Norma, hermanas menores de Tía Nancy. También vinieron Nilda (la que tiene el delantal), que ayudaba a la abuela Olga; Mirta, la mejor amiga de mi mamá y su hija Alicia, que es un poco más grande que yo, como se darán cuenta.
Todos estamos un poco serios. Yo estoy con cara de enojada, porque Adolfo no me dejaba tocar el volante. Y encima me agarró para que saliera con él en la foto. El muy malo se la hizo sacar a mi primo Eduardo, de quien yo estaba por ese entonces, precozmente enamorada.

Me estoy olvidando de decirles que sí se casó, sin ningún problema. No tuvieron hijos, pero no sé realmente porqué... ¡Y la fiesta! La fiesta fue muy hermosa, dicen que fue la mejor por mucho tiempo. Hasta la del casorio de Alicia Demarchi, que esa sí que debe haber sido grande, porque todavía se comenta ahora...

Autor: Fernando Terreno Junio 2007




( Cuento de Miss. Marple ilustrado por Andal13)
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Entre las más desopilantes visitas que he hecho en mi vida, está, viva en mi memoria, la que le hice un mes antes de casarme a mi tia María Isabel , "Maribel" para los íntimos, y "la Durabel" para mis hermanos y yo., porque era antipática y dura como las piedras..¿o sería por las sandalias de la misma marca?
Yo no tenía ninguna intención de ir a verla, pero mi madre que siempre tuvo miedo al que dirán me dijo tenía que hacer el sacrificio, no fuera cosa que a la Durabel , que era la única parienta que nos había dado un mano cuando mi padre nos dejó, le diera por pensar que yo me iba para Montevideo a ser la concubina de mi novio, y no a casarme por la santa madre iglesia., como en realidad lo iba a hacer
Así que una tardecita de invierno, me puse guantes, gorro y bufanda como para ir al polo, porque la tía Maribel estaba tapada de plata, pero sólo tenía una estufa a leña en la sala de estar ( ella no decía "living", decía "sala") y antes de llegar a la estufa ,había peligro de convertirse en estatua de hielo, porque la casa era grande, antigua y muy paqueta, pero para dormir, sólo un porrón con agua caliente entre las sábanas..
La tía era una amargada, según mi madre, porque se había casado por plata con un viejo rico y bruto que tenía dos estancias por el Cebollatí, en vez de haberse casado con el amor de su vida, el Cholo Domínguez. Pobre Cholo, que cuando se enteró que su Maribelita andaba en el colachata del estanciero, renunció a AFE y se fue a Buenos Aires y nunca más supimos de él, hasta que apareció unos días antes de mi visita, en la lista de internados en el Hospital local, esa que leían en el informativo de las doce y media en la radio más prestigiosa del Departamento.
La tía Maribel después de varios timbrazos y otros golpes que le encajé a la puerta con un llamador de bronce, con forma de mano, me abrió la puerta muy contenta con cierto brillo etílico en la mirada y me hizo pasar y me invitó a con un licor de huevo que estaba tomando sola porque la empleada ya se había ido a dormir,y el marido andaba en las faenas rurales desde hacía una semana
Ante tan buen recibimiento no me animé a decirle que el licor no me gustaba . Así que cada vez que me servía la copita, simulaba tomar unos sorbitos y cuando ella no miraba , iba tirando el licor en una planta que tenía al costado. Así que, copa va, copa viene, luego de un intercambio de noticias sobre la familia de ambas, no sé cómo ni por qué, le pregunté:
- Tía, vos te casaste por amor?
-Ah, nena no me hagas hablar. Pelos en la lengua..nunca he tenido …y, luego de un instante de vacilación,, mirándome a los ojos, dijo:
-Bien sabés que me cago en el amor y me río del matrimonio ,y viceversa.
-Pero ... si hace como 30 años que estás casada con el mismo hombre!
-Yo me cago de risa del matrimonio, pero me sirve.. A mi me sirve para darme todos los gustos que a la final no son tantos, dos empleadas, un tapadito de nutria salvaje, un auto para mi sola, un viajecito a Europa por año , che, y lo mejor de todo el veraneo en la Punta, con todas mis cuñados y mis sobrinos, y el casino todas las noches.
-Así que los querés,, no más?, Mirá que suerte!-dije yo, meta regar la plantita con licor de huevo
- Mirá, nena, esa es la afinidad que tengo con la familia de mi marido. A ellos lo que les importa es el negocio, y que cada uno haga lo que quiera con su vida pero de una forma discretita, discretita,, nena, nada de andar sacando trapos al sol o por si no me entendés, los trapos sucios se lavan en casa,¿te sirvo otra? mirá que tengo otra botella del aparador de caoba.¿No? vos te la perdés-A mi lo único que me revienta son los asados de los domingos todos juntos porque se empiezan peleando, y al final salen todos en cuatro patas, pero son muy unidos, nena, discreción y unión en las malas y en las buenas, y eso tiene su precio y yo lo pago. y muy contenta. Me divierto con las muchachas del club que ahora les ha dado por visitar a los pobres,y llevarle ropas viejas y las sobras de las fiestas. Voy todos los domingos a misa y alas fiestas del club,, porque hay que estar bien con dios y con el diablo, ayudo al cura con las homilías, y nunca falto a las reuniones de la Cofradía del corazón de María. Mi familia política es muy católica y dan sus buenas donaciones todos los fines de año.
-Entonces vos sos feliz, tía
-Che, nena , porqué te entró tanto interés por mi felicidad ¿Vos andás precisando plata? Tomá otra copita y contame, hoy ando contenta.
- Mirá tía, yo venia a decirte que me caso el mes que viene, pero no voy a hacer fiesta ni nada y que me despido en el atrio. Si querés ir….
- Yo sabía ¡!!y empezó a tomar por el pico de la botella .¿Te vas a casar con el piche ese de los vaqueros pegados y el pelo medio largo? ¿Vos sos loca?. No vas a repuntar nunca.
-Querida Maribel-acá yo ya estaba por pegarle-No seremos ricos pero nos queremos
-Y vos te crees que se puede ser feliz sin plata? A ver? mostrame tus recibos de sueldo. Te juro que ustedes me asustan, se van a jubilar pobres, enfermos y locos, acordate de lo que te digo. La van a pagar por haber votado a los tupamaros, porque si hubieran ido al comité del líder de mi marido otro gallo cantaría en tu casa.
-Pero tía, tenemos ideales-balbuceé horrorizada por lo informada que estaba.
Mirá nena, un día de estos al tío y y a mí nos da una pataleta , ustedes algo van a ligar de las estancias porque yo no tuve hijos. Ahí te quiero ver luchando por la reforma agraria cuando veas lo lindo que son las cuadras de campo,, ji,ji, me salió un verso.
La vieja estaba cada vez más mamada así que le dije , con ganas de acogotarla,
-Tía¿ porqué no aprovechas que está el viejo en el campo y te vas a ver al Cholo que esta internado en el hospital?
-¿Qué?El Cholo volvió? está enfermo? ay pobre Cholo, que buen mozo!! , Clark Gable, igualito…cómo se lo llevó el viento... Muy orgulloso, eso sí… muuy orgulloso; un año después de casada lo llame a la pensión cuando pasé por Buenos Aires, vía Europa, y me dijo que nunca más me quería ver. Y no se lo vayas a contar tu madre, eh! Te juro nena, que yo hubiera sido muy discreta , pero no quiso, no quiso, que cagada que es la vida ,quée cagada, .. y andate porque me voy a acostar y se puso a llorar tranquila mirando la estufa y yo parada allí hasta que la abracé y le dije, bueno tía, no llores , vos crees en los milagros,,, andá a saber si el Cholo no te toca el timbre un día de éstos , estate atenta, y le di un beso, y la dejé allí en el sofá de la sala y me fui caminado despacito para no hacer ruido, hasta que llegué al zaguán y salí a la calle, con unas ganas locas de irme de una vez del pueblo y no volver nunca más.
No la visité más y tampoco fui a su entierro.




domingo, 21 de junio de 2009

DE PRIMAS

Cuento de JUAN PASCUALERO

De primas… Hm…de primas, ah sí! Ya sé! Me pasó siendo muy chico, en una primavera y solamente falta un elemento para que adivinen de qué se trata.
Venía yo en mi bicicleta cuando al dar la vuelta a una esquina me topé con la mujer mas hermosa que había visto en mi vida (recuerden: infancia, primavera). No encontré cosa mejor para impresionarla que pararme en los pedales al mejor estilo profesional. Y ya está el ridículo establecido… Falta nada mas que un buen epílogo, y lo tuvo… El pantalón se me enredó en la cadena y mientras se rompía en cámara desesperadamente lenta yo me iba achicando hasta casi no llegar a los pedales y colorado como un limón pintado de rojo. ¿Hay más? Sí, después de dar algunas vueltas intentando absorber el impacto, regreso a mi casa y me encuentro con la “hermosísima mujer“ que resultó ser mi prima Vilma a quien hacía años que no veía. Como sucede en el contador Geiger que ante un gran flujo de electrones deja de funcionar, la vergüenza era tan grande que los dos largamos la carcajada. ¿Qué si tuve alguna relación con ella? No, todavía hoy (y han pasado muuuchos años) cada vez que me vé se ríe.

DICEN QUE MI TÍA ABUELA JULITA. - Segunda entrega de ROSSANA- (Ilustrado por Andal13)


Dicen que mi tía abuela Julita era de armas tomar. Todos me cuentan que tuvo varios amantes, algunos muy jovencitos, y que ninguno era suficiente para ella. Su ninfomanía era famosa en la familia. Se sabe que en nuestra familia por el lado materno hay varias hembras eternamente insatisfechas. Cuentan que mi tía abuela Julita era muy coqueta, que nunca se le notó la edad que tenía y que se peinaba con esmero todas las mañanas mirándose en el espejo con luna de su cómoda y que acomodaba sobre su frente un jopo rojizo que había heredado de su madre Doña Jacinta -junto con la ninfomanía- y que se ponía para sujetarlo un broche con unas florcitas violetas, que recién después que se peinaba y totalmente desnuda se paraba sobre un banquito -porque era muy chiquita- para mirarse su pubis con detenimiento frente al mismo espejo, a fin de encontrar inoportunas canas y teñirlas. Quizás también - dada su ninfomanía, pienso ahora- hiciera otras cosas, pero eso no me lo han contado, dejándome librada a mi prolífica imaginación. El asunto es que inclinarse sobre su pubis con el frasquito de tinta, sobre el banco, la obligaba a algunas contorsiones y dicen que una vez, estando en esas tareas- quizás fueran tareas, quizá placeres, dejemos esto sin especificar, no debo dejarme llevar por mi perversa imaginación- se cayó y se le volcó toda la tinta roja sobre el abdomen de suerte que sobre su ombligo y por debajo de un seno le quedó una mancha con forma de mariposa que con el tiempo, se le fue decolorando. No puedo dejar de pensar lo que pensarían sus amantes sobre esa mariposa, lo que sería esa mariposa en movimiento, y lo que duró esa mariposa, pese a que seguramente fue muy refregada, que la parió. Cuentan que, también, por esa caída, se le produjo una fractura de tibia que la dejó coja, casual y simbólicamente.Según me dijeron, nada de esto aminoró su deseos: Siempre caliente la tía abuela Julita, Dios me perdone...Dicen que las tardes, al levantarse de la siesta, lo hacía desnuda y se escuchaba su taconeo asimétrico por la galería que daba al jardín. Ahí, pegaba su cuerpo al vidrio de los ventanales. Y movía los brazos hacia arriba y abajo, las caderas, el pubis en forma algo convulsiva, dicen. Cuentan que la veían desde la vereda y ella lo hacía para eso. Como el vidrio estaba empañado por el frío que hacía afuera, quedaba toda la silueta de la tía abuela Julita marcada en el vidrio. Yo pienso que de alguna forma se tenía que enfriar, pobre vieja. Hay que ver lo difícil que es estar toda la vida así, y cuando uno llega a los noventa en ese estado, no hay con qué darle...Después, pero ya vestida, dicen que se paraba en el porche a esperar al amante de turno. Se comprende que hace una década no hubiera pensado en la posibilidad de combinarlos. A mi me ha dado bastante resultado, aunque no completo. Ellos- quedan cuatro vivos, de más o menos setenta y cinco años- me cuentan que me parezco mucho a ella, que soy igual de exigente, que no tengo piedad de ellos que ya están viejos...Ellos no entienden que a mis veinte, ya lo he probado todo, y que lo único que me enfría, lo único que me calma, es su sexo blando.

sábado, 20 de junio de 2009

LAS PRIMAS Y LA TIA DE EMILIA

CUENTO DE ROSSANA.
La prima de Emilia, la mediana, enfurece a Ester. La voluntad de Ester no puede lograr que la presencia de la prima de Emilia no la haga ver todo negro y la induzca a recitar con aspereza todo el inventario descriptivo, en colores siempre negros de las partes genitales de su familia cercana y lejana.
Es preciso considerar que Ester no se guarda ninguno de sus sentimientos hacia las primas de Emilia.
La prima de Emilia, la mayor, en cambio, opera sobre el ánimo de Ester de una forma sedativa. Basta que empiece a hablar y Ester entra en un sopor hipnótico redundantemente negro.
Eso, considerando que llega siempre después de la prima segunda de Emilia, la mediana, tiene sus ventajas indudables.
La prima de Emilia, la menor, curiosamente también llamada la negra, hace que Ester se extirpe pelo tras pelo de su cabellera insolentemente negra, hasta que el eco de sus pasos se apaga por completo.
Eso, considerando que la visita de La Negra es rotundamente breve, no hace demasiados ni nuevos estragos en la cabeza de Ester.
Todo terminaría ahí, pero a continuación llega la tía Eugenia.
Ese es el orden habitual de las llegadas, aunque algunas veces la prima de Emilia, la mayor no viene.
La irritante voz de la tía Eugenia, madre de las primas de Emilia, hace que los dedos índices de Ester penetren convulsiva e inútilmente sus oídos, sin lograr fecundar el silencio.
Lo único que quiere Ester es ver a Emilia.
Pero Emilia no viene.
Siempre llegan a Ester las visiones de la prima mediana de Emilia, la prima mayor, la negra y la tía Eugenia.
Ésta algunas veces viene del brazo del padre de Emilia,con el placer dibujandoles una sonrisa cruel.
Las pesadillas son puntuales.
Las visitas, ninguna.
El padre de Emilia prefiere que ella no vea a su madre en el manicomio.
Lo hace por el bien de la niña.
Hay bullicio en la casa. Se escuchan las voces de las primas de Emilia.
Ella arranca el primer cabello negro de su cabeza.

viernes, 19 de junio de 2009

LA TIA

CUENTO ESCRITO POR "EL SANTI" HACE MUCHO.

¿Te acordás que la tía hacía manualidades? ¿Y de ese olor raro de la cocina a pintura de telas mezclada con algún condimento de esos que ya no se usan? Empezó todo cuando se murió el Bubby, el pomerania negro y blanco que le lamía los dedos de los pies cuando ella se quitaba las chancletas. Después murieron las cotorritas de la jaula del patio chiquito, de a poco, de frío y de silencio, al igual que las plantas de las macetas del pasillo, cuando ella ya no se podía levantar. Entonces se puso a hacer bordados sobre pana negra, sacando los diseños de aquel libro enorme que nunca supimos de dónde había salido y que servía de apoyo a la colección de porcelanas en miniatura. Después una cosa trajo la otra y dejó los hilos de colores por la pintura y empezó a hacer aquellos paisajes de ríos lilas imposibles que desafiaban a la gravedad , aquellos puentes de piedra que parecían de cartón porque de no serlo se habrían caído, aquellos árboles tropicales o casi, coronado todo por montañas puntiagudas de picos muy blancos sobre la pana negra. Cubrió todas las paredes verde agua con sus obras en bastidores de misterioso origen, hasta que todo lo verde quedó tapado de fosforescentes paisajes en negra pana.
Con la luz apagada las cumbres blancas de las montañas refulgían como constelaciones.
Cuando la tía murió no sabíamos qué hacer con todo eso. Nunca supimos de dónde sacó los bastidores ni quien le había armado los cuadros. Unos con vidrio y otros no. Cuando descolgamos aquella inquietante retrospectiva hecha de puentes, avenidas, alamedas, jardines, garzas, cabañas y muchas montañas, quedó un perforado paisaje verde agua, jaspeado de clavitos y revoque roto. Amelia se llevó cuatro o cinco cuadros y las porcelanitas. Yo me llevé el elefantito con el peso enrollado. Los otros cuadros los mandamos a una beneficencia. Y fue cuando Beba, la empleada de Amelia, pretendía quitar el polvo a "Montañas y luna sobre un lago de Suiza", que la raída pana se rajó y abajo apareció aquel Blanes inesperado e inexplicable. A mí me sigue gustando más "Montañas y luna sobre un lago de Suiza".